El Shabat es un regalo de Dios. Ver el amor de Dios en esta fiesta semanal nos mueve a encontrar el descanso que tanto necesitamos y honrar al Señor por amor, no por obligación. Es una convicción guiada por el Espíritu, sin criticar a los que no lo hacen.

El Shabat está en el centro de la vida judía. Es un día de descanso y celebración que comienza desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Dios creó el día de descanso para que lo disfrutemos, para restaurarnos, renovarnos y reabastecernos. Instruyó a Israel a honrarlo.

Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó.

(Éxodo 20:8-11)

Los israelitas eran esclavos en Egipto. Como Sus hijos, Dios quería que el pueblo hebreo disfrutara del descanso. Los esclavos no disfrutan del descanso. Los hijos sí.
 
Si Dios creó el sábado para el hombre, ¿deberían los cristianos guardar el sábado? ¿Somos salvos por ello? No. ¿Nuestro espíritu, alma y cuerpo se refrescan, reponen y recargan cuando lo hacemos? ¡Absolutamente!
 
Aquellos que honran Shabat encuentran que:
 
  1. Unifica la familia
  2. Bendice sus espíritus
  3. Renueva sus cuerpos físicos
Las familias que viven en países distintos a Israel tratan de honrar el Shabat lo mejor posible. En Israel, la cultura es propicia para guardar Shabat, ya que todo se cierra para observarla en familia. Pero aún podemos mantenerlo en Estados Unidos si ponemos nuestro corazón y alma en él, tal como lo hacemos con todo lo demás.
 
Shabat es un período de 24 horas que Dios bendijo y santificó, entonces, ¿por qué no saborear todos los beneficios que ofrece mientras fomenta la unidad familiar en nuestros hogares?
 
Imagínese, ¿cómo vivirían todas las familias si guardaran Shabat? ¿Si una vez por semana se pasara tiempo intencionalmente celebrando la semana, disfrutando juntos de una comida casera? ¿Cómo serían las familias? ¿Cómo se vería mejorada la vida de nuestros niños y jóvenes?
 
¿Pueden los cristianos gentiles guardar el Shabat?
 
De acuerdo a la palabra de Dios en Isaías 56, ¡sí podemos hacerlo y ser bendecidos por ello!

Pues Y a los extranjeros que se alleguen al Señor para servirle, y para amar el nombre del Señor, para ser sus siervos, a todos los que guardan el día de reposo sin profanarlo, y se mantienen firmes en mi pacto, yo los traeré a mi santo monte,
y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.

(Isaías 56:6-7)

 
Shabat es una cuestión de fe.
 
Podemos lograr mucho más trabajando 6 días a la semana y observando Shabat, que trabajando 7 días a la semana matándonos y nunca darle a nuestro cuerpo el descanso que necesita. La falta de descanso resulta en estrés, enfermedades físicas, y enfermedad mental. ¡Como que Dios sabía que nuestros cuerpos necesitan el descanso y por eso nos dio el Shabat!
 
Shabat trae sanidad al alma, la mente, el cuerpo y el espíritu. Shabat nos reconecta con Dios. En él nos detenemos del ajetreo de la vida y tomamos tiempo para reconocer a Dios por Su provisión y bendiciones. Cuando lo guardamos, declaramos que Dios es nuestro proveedor, sustentador y dador de vida. Reconocemos que nuestro éxito proviene de él, no de nuestros propios esfuerzos.
 
¿Cómo no puede Dios bendecir a una persona cuyo corazón confía en Él?

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?

(Mateo 7:11)

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